miércoles, 13 de febrero de 2013

Inician monitoreo intensivo de carbono forestal

Este 2013 la CONAFOR, a través del Proyecto Fortalecimiento REDD+ y Cooperación Sur-Sur, contará con seis áreas de estudio. El Proyecto Fortalecimiento REDD+ y Cooperación Sur-Sur ha iniciado la operación de sitios de monitoreo intensivo de carbono forestal, mediante la firma de convenios de colaboración con el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), y U’yool’ché A.C; y se planea la implementación de más sitios en el año 2013 mediante la firma de convenios con instituciones como El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), el Colegio de Postgraduados (COLPOS), y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). De esta manera se han ubicado, con la cooperación de instituciones académicas, gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, pequeños propietarios y ejidatarios, sitios en bosques manejados de Atopixco, Hidalgo; la Reserva de la Biosfera Calakmul, Campeche; la reserva particular Kaxil Kiuik, Yucatán; la reserva comunitaria Much Kanan K’aax del Ejido Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo; y la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, en Chiapas. Un sexto sitio está por definirse próximamente, el cual estará ubicado en un paisaje estratégico que puede ser selva alta mediana, selva baja caducifolia o bosque mesófilo de montaña. Los sitios de monitoreo intensivo son una parte importante en el desarrollo del sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV), ya que serán una oportunidad para promover la experimentación metodológica de herramientas costo efectivas, para generar información sobre factores de emisión locales, además de que los datos obtenidos servirán como calibradores y validadores de la información obtenida con sensores remotos y el Inventario Nacional Forestal y de Suelos (INFyS). A través de la delimitación de unidades de muestreo en campo, llamados conglomerados, en los sitios de monitoreo intensivo se colectará información sobre la cobertura del suelo, área foliar, disturbios a la vegetación, estructura y composición de las especies, variables para la estimación del contenido de carbono en biomasa, mantillo, madera muerta, suelo, crecimiento de la vegetación, dinámica de las raíces, y en algunos casos, se contará con instrumentos para la medición directa del intercambio neto del dióxido de carbono (CO2) del ecosistema y la atmósfera a través de torres de flujo de Eddy Covarianza. Marcela Olguín Álvarez, especialista de Modelos Ecosistémicos de Carbono del Proyecto, explica el objetivo de los sitios de monitoreo intensivo: “Nos permiten generar información de referencia sobre procesos clave de emisiones y remociones de CO2 en otros sitios, nos permiten entender si esos procesos se reproducen en otras escalas espaciales y en específico para generar información que nos sirva para calibrar y validar modelos de dinámica de carbono”. Con estos sitios se tendrá más certeza respecto a los procesos que más impacto tienen sobre las emisiones netas de gases de efecto invernadero del sector forestal del país, causados por la deforestación y la degradación, de manera que México pueda avanzar a un Nivel 3 de reporte, con menor incertidumbre, ante la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC).

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