jueves, 2 de septiembre de 2010
Retornan tierras agrícolas a su vocación forestal
• La baja productividad de la tierra, el alto riesgo de pérdidas por fenómenos naturales o la disminución de utilidades en la venta de productos agrícolas, hace voltear los ojos a negocios forestales.
En Michoacán la demanda de especies forestales para la producción de biodiesel, maderas finas, celulosa para papel y árboles de navidad, se ha incrementado en los tres últimos años, para establecer plantaciones forestales comerciales en tierras ociosas o de baja productividad agrícola que en antaño eran de vocación forestal, informó Salvador Moreno García, Gerente Regional IV Balsas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
De 2008 a la fecha, a través del programa ProÁrbol, se han aprobado 284 proyectos para plantar en 7 mil 819 hectáreas, especies de rápido crecimiento como el Eucalipto, Melina y Frijolillo, árboles de maderas finas como Caoba, Cueramo, Parota y Rosa Morada, así como algunas especies de pino para la producción de resina, madera y árboles de navidad.
“La baja productividad de las tierras, el alto riesgo que corren los cultivos ante fenómenos naturales, así como la disminución de precios de algunos productos agrícolas, con lo que las utilidades merman, son algunas de las causas, junto con la rentabilidad de las plantaciones forestales comerciales, que están haciendo voltear a los productores hacia los negocios forestales, explicó Moreno García.
Son 32 los municipios en donde se establecerán plantaciones forestales comerciales, de los cuales los que tienen mayor superficie son Turicato, La Huacana, Tumbiscatío, Tuzantla, Arteaga, Tepalcatepec, Maravatío, Chinicuila, Apatzingán, Nocupétaro, Tzitzio y Ario de Rosales.
Para el establecimiento, cultivo y manejo de especies forestales, en terrenos agropecuarios que han perdido su vegetación nativa, con el objeto de producir materias primas maderables y no maderables, destinadas a su comercialización o a su industrialización, el programa ProÁrbol este año brindó apoyos económicos de 6 mil 576 pesos por hectárea para el caso de plantaciones no maderables y agroforestales; 7 mil 398 pesos por hectárea para plantaciones de Jatropha curcas y, 8 mil 768 pesos por hectárea para plantaciones maderables, incluidos celulósicos y árboles de navidad.
“Para este tipo de trabajos, se les requiere a los beneficiarios una sobrevivencia de la planta mayor al 70%, con una sanidad y vigor del 80 por ciento. Además, pueden ser aseguradas las plantaciones para cubrir los diferentes tipos de riesgos que enfrentan en los primer 3 años”, concluyó Moreno García.
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